Se trataba simplemente de acompañar al profesor Franco Brandellini (este era el nombre del cliente) durante una semana en un pequeño pueblo para turistas en la costa de Massachusetts, donde se había reconstruido para uso y disfrute de los bobos (esta era por otra parte la explicación de Vergy) la Innsmouth del libro "La sombra sobre Innsmouth" de H.P. Lovecraft. El nombre de las instalaciones era de una originalidad abrumadora: "Lovecraft’s Innsmouth".
"Bueno", dijo Vergy, "han construido esta especie de Disneylandia que copia al pie de la letra la ciudad del libro. Las chozas en ruinas, los callejones, el hotel cochambroso, la iglesia de la orden de... ¿Cómo se llamaba ese imbécil con las escalas con el que los ciudadanos terminan el habitual pacto blasfemo? "
Regresé con la memoria a la escuela secundaria. "Dagón, creo. Se había puesto en contacto con él un capitán del lugar que había estado en no se qué sitio exótico y había oído hablar de esta criatura que, al módico precio de un sacrificio humano, garantizaría pescado, oro y coños para todos los años venideros".
"Eso, algo así. Espera, ésta te va a gustar: por la calle van incluso los extras caracterizados como los habitantes del libro. Unos esmirriados que andan renqueantes, apestando a pescado y llevan una máscara de bacalao en vez de la cara. Vale, no te lo vas a creer, pero parece que hay muchos fans de esta basura y nuestro profesor es uno de ellos. Y quiere dar el salto a disfrutar de tamaña belleza. Tu y yo tenemos que acompañarle y protegerle. Por qué, no lo sé."
"Parece un trabajo practicable."
"Ya. El problema es que dijeron lo mismo del desembarco de Normandía."
"Bueno", dijo Vergy, "han construido esta especie de Disneylandia que copia al pie de la letra la ciudad del libro. Las chozas en ruinas, los callejones, el hotel cochambroso, la iglesia de la orden de... ¿Cómo se llamaba ese imbécil con las escalas con el que los ciudadanos terminan el habitual pacto blasfemo? "
Regresé con la memoria a la escuela secundaria. "Dagón, creo. Se había puesto en contacto con él un capitán del lugar que había estado en no se qué sitio exótico y había oído hablar de esta criatura que, al módico precio de un sacrificio humano, garantizaría pescado, oro y coños para todos los años venideros".
"Eso, algo así. Espera, ésta te va a gustar: por la calle van incluso los extras caracterizados como los habitantes del libro. Unos esmirriados que andan renqueantes, apestando a pescado y llevan una máscara de bacalao en vez de la cara. Vale, no te lo vas a creer, pero parece que hay muchos fans de esta basura y nuestro profesor es uno de ellos. Y quiere dar el salto a disfrutar de tamaña belleza. Tu y yo tenemos que acompañarle y protegerle. Por qué, no lo sé."
"Parece un trabajo practicable."
"Ya. El problema es que dijeron lo mismo del desembarco de Normandía."