San Juan de la Cruz fascina a todos aquellos que se acercan a su vida y a su obra. Figura cumbre del Siglo de Oro español, su personalidad despertó / sentimientos enfrentados en su época. Hombre de fe y de su tiempo, encarnó con Teresa de Jesús la renovación espiritual en busca de la esencia del cristianismo; intelectual y humanista, plasmó en sus escritos una de las más altas cotas del misticismo; difamado y desposeído de sus cargos, murió perdonando a los que le persiguieron. Esta biografía íntima es una reivindicación de ese simple y a la vez inmenso milagro cotidiano que el propio fraile formuló así:
«Donde no hay amor, ponga amor y sacará amor».
«Donde no hay amor, ponga amor y sacará amor».