Algunos parece que leen los Evangelios como papagayos -sin saber que leen-, otros por curiosidad -para saber lo que dijo Jesús-, otros, aun peor, para presumir que saben o conocen la Biblia. Pero, si queremos ser buenos discípulos de Jesús, tenemos que leer el evangelio principalmente para encontrar y conocer a Jesús y, en última instancia, para poder imitarlo en nuestras vidas con nuestras acciones.
Este libro, Nuestro Pan de Cada Día, ha sido escrito con la intención de ayudar a los lectores a vivir diariamente las palabras del Papa Francisco: descubrir a Jesús en los Evangelios. Si es casado, soltero o viudo, este libro también intenta ayudarte a vivir los Evangelios en tu día cotidiano con tu cónyuge, tus hijos, tus amigos y compañeros de trabajo.
“El Evangelio es la Buena Nueva, que nos transforma sólo cuando nos dejamos transformar por ella. He aquí porqué les pido siempre que tengan un contacto cotidiano con el Evangelio, que lean cada día un pasaje, ¡un pasaje!, que lo mediten y también que lo lleven con ustedes por doquier: en el bolsillo, en la cartera… Es decir que se alimenten cada día de esta fuente inagotable de salvación. ¡No se olviden! Lean un pasaje del Evangelio cada día.“ (Papa Francisco, Ángelus, 1-Feb-2015
Este libro, Nuestro Pan de Cada Día, ha sido escrito con la intención de ayudar a los lectores a vivir diariamente las palabras del Papa Francisco: descubrir a Jesús en los Evangelios. Si es casado, soltero o viudo, este libro también intenta ayudarte a vivir los Evangelios en tu día cotidiano con tu cónyuge, tus hijos, tus amigos y compañeros de trabajo.
“El Evangelio es la Buena Nueva, que nos transforma sólo cuando nos dejamos transformar por ella. He aquí porqué les pido siempre que tengan un contacto cotidiano con el Evangelio, que lean cada día un pasaje, ¡un pasaje!, que lo mediten y también que lo lleven con ustedes por doquier: en el bolsillo, en la cartera… Es decir que se alimenten cada día de esta fuente inagotable de salvación. ¡No se olviden! Lean un pasaje del Evangelio cada día.“ (Papa Francisco, Ángelus, 1-Feb-2015
