Sería interesante estudiar el proceso que corre entre el Cruzado medieval y el televidente de nuestros días, y confrontarlos a la luz de lo que en ambos hay de permanente y esencial. En otras palabras, se trataría de iluminar el curso de la Historia que va, por ejemplo, de un rey como San Luis a algún protagonista de la política moderna, o de un hombre común de entonces a nuestro hombre medio contemporáneo.
Así, comparando sus diversas manifestaciones y la sociedad que conforman en ambos casos, ¿qué criterios, alicientes o ambientes se viven en una y otra?
Y ¿qué pasó, entre las dos, que pueda explicar ese devenir?
¿En qué hemos ganado, y en qué hemos perdido?
¿Qué nos enseña la Historia (lo que vivió e hizo el hombre), la Filosofía (lo que es el hombre), la Moral (lo que debe ser el hombre), la Teología (nuestra vocación de eternidad)...?
¿Y después?
¿Habrá que dejarse llevar por el curso de la Historia, como espectadores pasivos?
¿Habrá que reaccionar y volver atrás, como reeditando aquellos cruzados?
¿O, más bien, tendríamos que pensar en qué es lo mejor para el hombre, hoy, qué es lo posible a nuestro alcance, y asumir un papel activo y original?
Así, comparando sus diversas manifestaciones y la sociedad que conforman en ambos casos, ¿qué criterios, alicientes o ambientes se viven en una y otra?
Y ¿qué pasó, entre las dos, que pueda explicar ese devenir?
¿En qué hemos ganado, y en qué hemos perdido?
¿Qué nos enseña la Historia (lo que vivió e hizo el hombre), la Filosofía (lo que es el hombre), la Moral (lo que debe ser el hombre), la Teología (nuestra vocación de eternidad)...?
¿Y después?
¿Habrá que dejarse llevar por el curso de la Historia, como espectadores pasivos?
¿Habrá que reaccionar y volver atrás, como reeditando aquellos cruzados?
¿O, más bien, tendríamos que pensar en qué es lo mejor para el hombre, hoy, qué es lo posible a nuestro alcance, y asumir un papel activo y original?
