Durante diez años Álvar Núñez Cabeza de Vaca recorrió a pie el extenso territorio que va desde Río Bravo hasta El Paso, atravesando Texas y los estados mexicanos de Chihuahua y Sonora.
Había llegado en 1527 en una poderosa escuadra compuesta por cinco navíos y seiscientos hombres dispuestos a conquistar la Tierra Firme, situada en La Florida, que se suponía encerraba enormes tesoros de oro y plata. Pero pronto esa escuadra fue desbaratada por los temporales, las deserciones, las enfermedades, la ferocidad combativa de los nativos... Al cabo de un tiempo sólo quedaron cuatro expedicionarios, uno de ellos él, convencido de actuar como vicario del Emperador Carlos V para tomar posesión de aquellas tierras y predicar a los paganos el Evangelio.
Una epopeya difícil de imaginar en la actualidad.
Había llegado en 1527 en una poderosa escuadra compuesta por cinco navíos y seiscientos hombres dispuestos a conquistar la Tierra Firme, situada en La Florida, que se suponía encerraba enormes tesoros de oro y plata. Pero pronto esa escuadra fue desbaratada por los temporales, las deserciones, las enfermedades, la ferocidad combativa de los nativos... Al cabo de un tiempo sólo quedaron cuatro expedicionarios, uno de ellos él, convencido de actuar como vicario del Emperador Carlos V para tomar posesión de aquellas tierras y predicar a los paganos el Evangelio.
Una epopeya difícil de imaginar en la actualidad.