El escritor Berríos trabajó este libro pensando en llegar al corazón de los jóvenes, cipotes, de 12 años en adelante, cuidando también a los adultos, mayores y tercera edad que lo lee. La redacción es comprensible, podrá disfrutar el adolescente, estudiante, obrero y profesionista.
Pero, entre las cosas más importantes para el lector, es que sostendrá conversación con los personajes creados por el autor, escuchará o verá, respectivamente, el canto proveniente de lo profundo de la tierra, el murmullo de fantasmas, los diálogos entre duendes, el lamento de una bruja herida por un flechazo, ¡el grito desde la oscuridad!, ¡la sombra de un espanto!, la risa de un personaje siniestro. Por ejemplo, oirá sobre la historia de las almas dentro de la iglesia, el desencanto de los politiqueros y su burla hacia la sociedad, los acuerdos personajes con fuerzas del más allá, de los brujos que, convertidos en personas, vuelan desde una montaña, o las hechiceras convertidas en animal.
En estas narraciones breves el autor recurre a veces al testimonio, al dato de la calle, callejero, y también a la ficción, con diversos personajes, incluso unos conocidos por su carácter real.
Pero, entre las cosas más importantes para el lector, es que sostendrá conversación con los personajes creados por el autor, escuchará o verá, respectivamente, el canto proveniente de lo profundo de la tierra, el murmullo de fantasmas, los diálogos entre duendes, el lamento de una bruja herida por un flechazo, ¡el grito desde la oscuridad!, ¡la sombra de un espanto!, la risa de un personaje siniestro. Por ejemplo, oirá sobre la historia de las almas dentro de la iglesia, el desencanto de los politiqueros y su burla hacia la sociedad, los acuerdos personajes con fuerzas del más allá, de los brujos que, convertidos en personas, vuelan desde una montaña, o las hechiceras convertidas en animal.
En estas narraciones breves el autor recurre a veces al testimonio, al dato de la calle, callejero, y también a la ficción, con diversos personajes, incluso unos conocidos por su carácter real.