El lector tiene aquí, en sus manos, además de las maravillosas cien pinturas seleccionadas, un perspicaz, divertido y magistral análisis personal y detallado de lo que ellas inspiran a la genial y singular pluma de Narciso de Alfonso. Sin rimbombancias abstractas y cercano siempre a la auténtica verdad del pintor. Sólo con la vista puesta en el detalle, en los numerosos detalles que a la gran mayoría se nos pueden escapar absortos como estamos en (incluso abducidos por) el concepto, la idea o el mensaje, cuando el arte —el verdadero arte— en su ejecución y en su contemplación, está justo en lo contrario: no en la lógica y el razonamiento conceptual sino en la vida. Es decir, en el detalle, en ese montón de detalles que el artista no plasma en su obra por casualidad.
Aunque en estos tiempos se escribe mucho —incluso demasiado—, pocos manejan el idioma español como Narciso de Alfonso. Y pocos, muy pocos, son portadores de una poética tan personal, divertida y profunda y, por tanto, tan humana como la suya.
Con la excusa de estas cien joyas pictóricas, Lecturas hispánicas les invita a pasar cien maravillosos y entretenidos momentos de auténtica literatura. Y la auténtica literatura es, en realidad, divertida, como todo lo auténtico. Afirmamos, con Milan Kundera que si las personas son personas, bien tendrán que reírse.
Lecturas hispánicas
Aunque en estos tiempos se escribe mucho —incluso demasiado—, pocos manejan el idioma español como Narciso de Alfonso. Y pocos, muy pocos, son portadores de una poética tan personal, divertida y profunda y, por tanto, tan humana como la suya.
Con la excusa de estas cien joyas pictóricas, Lecturas hispánicas les invita a pasar cien maravillosos y entretenidos momentos de auténtica literatura. Y la auténtica literatura es, en realidad, divertida, como todo lo auténtico. Afirmamos, con Milan Kundera que si las personas son personas, bien tendrán que reírse.
Lecturas hispánicas