Hay momentos y circunstancias en la
vida que provocan un dolor tan profundo
que incluso el creyente más avezado
puede sentirse distante de Dios. Al borde
de un abismo tan oscuro y avasallador, la
mera idea de volver a encontrar a Dios, de
sentir Su presencia, nos parece imposible.
Yo he estado ahí…en total abandono,
en el sitio donde el tiempo se detiene y el
plan de nuestras vidas parece estar siendo
doblegado y a punto de extinguirse. En medio de tal desespero Dios me dio Su
dirección para que yo pudiera llegar al lugar donde Él vive y abrir la puerta de Su
corazón…y la de mi futuro.
vida que provocan un dolor tan profundo
que incluso el creyente más avezado
puede sentirse distante de Dios. Al borde
de un abismo tan oscuro y avasallador, la
mera idea de volver a encontrar a Dios, de
sentir Su presencia, nos parece imposible.
Yo he estado ahí…en total abandono,
en el sitio donde el tiempo se detiene y el
plan de nuestras vidas parece estar siendo
doblegado y a punto de extinguirse. En medio de tal desespero Dios me dio Su
dirección para que yo pudiera llegar al lugar donde Él vive y abrir la puerta de Su
corazón…y la de mi futuro.