Desde el principio de los tiempos el perro y el hombre han formado una relacion insustituible para la consecución del alimento.
Por consiguiente, nuestro auxiliar imprescindible en cualquier acción cinegética siempre ha sido, es y será, el perro.
Debemos de conocer que nuestro auxiliar, el perro no aprende voluntariamente, ya que sus necesidades primarias (hambre, sed, cobijo) las tiene cubiertas con nosotros.
Por tanto, para poderlo educar deberemos de servirnos de otros condicionamientos por los cuales se active (juego, placer, satisfacción, evitación de conductas no placenteras, etc.)
En este maravilloso libro aprenderemos muchas técnicas de adiestramiento canino, dentro de las cuales pueden ser agrupadas dos grandes categorías: técnicas basadas en teorías del aprendizaje y técnicas basadas en la etología canina. En el primer caso, se tienen técnicas estandarizadas que usan "recompensas" o castigos, según cual sea la técnica. En el segundo caso, se tienen técnicas no estandarizadas que se basan principalmente en creencias populares y no así en estudios científicos.
Aunque existen muchas técnicas de adiestramiento canino, todas ellas se pueden clasificar en dos grandes categorías:
Técnicas basadas en las teorías del aprendizaje
Técnicas basadas en etología canina.
Las primeras priorizan la modificación de conductas del perro, dando menor relevancia (o incluso ninguna) a la conducta típica de la especie canina. Las segundas priorizan la conducta natural típica de los perros.
A su vez, las técnicas basadas en las teorías del aprendizaje pueden subdividirse en tres subcategorías principales:
Adiestramiento canino tradicional
Adiestramiento positivo
Técnicas mixtas
Técnicas basadas en las teorías del aprendizaje
En estas técnicas se incluyen todas aquellas que usan refuerzos positivos, refuerzos negativos y castigos para educar a un perro. Las técnicas incluidas en esta categoría siguen filosofías diferentes, formando las tres subcategorías indicadas anteriormente y explicadas de manera muy facil en este libro, sin mas preambulos comencemos nuestro viaje de aprendizaje.
Por consiguiente, nuestro auxiliar imprescindible en cualquier acción cinegética siempre ha sido, es y será, el perro.
Debemos de conocer que nuestro auxiliar, el perro no aprende voluntariamente, ya que sus necesidades primarias (hambre, sed, cobijo) las tiene cubiertas con nosotros.
Por tanto, para poderlo educar deberemos de servirnos de otros condicionamientos por los cuales se active (juego, placer, satisfacción, evitación de conductas no placenteras, etc.)
En este maravilloso libro aprenderemos muchas técnicas de adiestramiento canino, dentro de las cuales pueden ser agrupadas dos grandes categorías: técnicas basadas en teorías del aprendizaje y técnicas basadas en la etología canina. En el primer caso, se tienen técnicas estandarizadas que usan "recompensas" o castigos, según cual sea la técnica. En el segundo caso, se tienen técnicas no estandarizadas que se basan principalmente en creencias populares y no así en estudios científicos.
Aunque existen muchas técnicas de adiestramiento canino, todas ellas se pueden clasificar en dos grandes categorías:
Técnicas basadas en las teorías del aprendizaje
Técnicas basadas en etología canina.
Las primeras priorizan la modificación de conductas del perro, dando menor relevancia (o incluso ninguna) a la conducta típica de la especie canina. Las segundas priorizan la conducta natural típica de los perros.
A su vez, las técnicas basadas en las teorías del aprendizaje pueden subdividirse en tres subcategorías principales:
Adiestramiento canino tradicional
Adiestramiento positivo
Técnicas mixtas
Técnicas basadas en las teorías del aprendizaje
En estas técnicas se incluyen todas aquellas que usan refuerzos positivos, refuerzos negativos y castigos para educar a un perro. Las técnicas incluidas en esta categoría siguen filosofías diferentes, formando las tres subcategorías indicadas anteriormente y explicadas de manera muy facil en este libro, sin mas preambulos comencemos nuestro viaje de aprendizaje.