Hasta dónde llega su capacidad.
Es usted especial o es del montón. Júzguelo usted mismo…
La mayor o menor inteligencia del hombre se define por su capacidad para planificar.
Mayores planes a mayor tiempo es propio de una mente muy capaz.
El niño con su inmadurez mental, es incapaz de proyectos a futuro largo. A cambio de un caramelo renuncia a la fortuna, porque tan solo le interesa la inmediatez.
El joven estudiante, tal vez tenga como único afán, la obligación del día.
En la medida que la mente evoluciona se espera que sus metas estén con mayor alcance en valor y en el tiempo. En efecto algunas mentes maduran y vislumbran un grado, un doctorado, profesionales con amplia formación, la consolidación de una empresa, etcétera.
Todos esos anteriores hechos son del común de los hombres, la masa mediocre. Muchos se quedan tan solo en ese proyecto nunca realizado, con la añoranza de poder alcanzar su corta meta.
Podemos concluir diciendo que la inmensa mayoría, su capacidad mental no les da para planificar en su existencia más allá de cien (100) años.
Los verdaderamente capaces y con audacia trascienden mas allá de su existencia.
No piensan mezquinamente, tan solo en cien años, piensan en la eternidad.
Esto es lo que verdaderamente distingue a unos, poquísimos, del resto de la montonera. Ojee la historia.
Similar raciocinio podemos hacer con relación a la toma de decisiones; únicamente los sabios toman decisiones trascendentes, el resto aunque en apariencia vea éxito, no son más que simples engañados por sí mismo, y por la masa humana, que para esconder sus fracasos buscan a quien adular.
Son incapaces de ver lo verdaderamente importante.
Apreciado lector, el propósito de esta obra es llevarlo a tomar sabias decisiones. Hemos usado el género de la novela como argumento para que estos puntos sean de mayor visualización, comprensión y en el proceso haya lúdica, emoción y la obvia expectativa novelesca.
Aquí encontrará puntualizado y en forma concreta como alcanzar una existencia de verdadero éxito, con plena salud, paz y prosperidad asegurada.
Insisto en lo subrayado:
Puntualizado y en forma concreta: nada etéreo, gaseoso o indefinido, sino puntos muy precisos, específicos y definidos.
Son estos puntos de fácil aplicación, todo lo que requiere es su decisión y claro convencimiento del deseo de cambio.
Permítame dejarle esta gran inquietud:
Su capacidad de decidir y su inteligencia le da tan solo para ciento veinte años o su inteligencia es tan amplia que le permite visualizar la eternidad.
Es usted especial o es del montón. Júzguelo usted mismo…
La mayor o menor inteligencia del hombre se define por su capacidad para planificar.
Mayores planes a mayor tiempo es propio de una mente muy capaz.
El niño con su inmadurez mental, es incapaz de proyectos a futuro largo. A cambio de un caramelo renuncia a la fortuna, porque tan solo le interesa la inmediatez.
El joven estudiante, tal vez tenga como único afán, la obligación del día.
En la medida que la mente evoluciona se espera que sus metas estén con mayor alcance en valor y en el tiempo. En efecto algunas mentes maduran y vislumbran un grado, un doctorado, profesionales con amplia formación, la consolidación de una empresa, etcétera.
Todos esos anteriores hechos son del común de los hombres, la masa mediocre. Muchos se quedan tan solo en ese proyecto nunca realizado, con la añoranza de poder alcanzar su corta meta.
Podemos concluir diciendo que la inmensa mayoría, su capacidad mental no les da para planificar en su existencia más allá de cien (100) años.
Los verdaderamente capaces y con audacia trascienden mas allá de su existencia.
No piensan mezquinamente, tan solo en cien años, piensan en la eternidad.
Esto es lo que verdaderamente distingue a unos, poquísimos, del resto de la montonera. Ojee la historia.
Similar raciocinio podemos hacer con relación a la toma de decisiones; únicamente los sabios toman decisiones trascendentes, el resto aunque en apariencia vea éxito, no son más que simples engañados por sí mismo, y por la masa humana, que para esconder sus fracasos buscan a quien adular.
Son incapaces de ver lo verdaderamente importante.
Apreciado lector, el propósito de esta obra es llevarlo a tomar sabias decisiones. Hemos usado el género de la novela como argumento para que estos puntos sean de mayor visualización, comprensión y en el proceso haya lúdica, emoción y la obvia expectativa novelesca.
Aquí encontrará puntualizado y en forma concreta como alcanzar una existencia de verdadero éxito, con plena salud, paz y prosperidad asegurada.
Insisto en lo subrayado:
Puntualizado y en forma concreta: nada etéreo, gaseoso o indefinido, sino puntos muy precisos, específicos y definidos.
Son estos puntos de fácil aplicación, todo lo que requiere es su decisión y claro convencimiento del deseo de cambio.
Permítame dejarle esta gran inquietud:
Su capacidad de decidir y su inteligencia le da tan solo para ciento veinte años o su inteligencia es tan amplia que le permite visualizar la eternidad.