Este cuento se basa en varias obras sobre la figura del Diablo, originadas en las literaturas alemana e inglesa de hace ya varios siglos y llevada a la de otros países por distintos medios, desde cuentos, novelas, obras teatrales y operáticas, y los más recientes, los visuales, como el cine y la televisión, que trataron al famoso personaje que representa al lado negativo de la existencia humana en lo que comúnmente llamamos el pecado, y en el caso de este cuento, la avaricia. El tema es antiguo: eso de venderle el alma al diablo a cambio de dinero, y la esperanza de timarlo en la operación para salvarse en el último momento, pero no por la vía de la redención del pecado sino de la astucia del timador que espera ganarle la partida al demonio.
El tema es complejo porque el Diablo no engaña sino que ofrece un negocio que a simple vista se debería entender que lo que él busca es pagar por adelantado la venta del alma, o sea, un simple negocio. Pero la avaricia se ciega con la posibilidad de no pagar la cuenta, o sea, que se desprecia la fe en la capacidad de conseguir el perdón divino para escaparse de la condenación eterna.
Este cuento se desarrolla en España, por ninguna otra razón que la de buscar un escenario al capricho del autor, y como otro más sobre ese tema, no tiene otro objeto sino divertirse leyendo sobre lo que pudo ser un caso más de esperar salirse con la suya, timando a quien le facilitó un dinero oportunamente.
El tema es complejo porque el Diablo no engaña sino que ofrece un negocio que a simple vista se debería entender que lo que él busca es pagar por adelantado la venta del alma, o sea, un simple negocio. Pero la avaricia se ciega con la posibilidad de no pagar la cuenta, o sea, que se desprecia la fe en la capacidad de conseguir el perdón divino para escaparse de la condenación eterna.
Este cuento se desarrolla en España, por ninguna otra razón que la de buscar un escenario al capricho del autor, y como otro más sobre ese tema, no tiene otro objeto sino divertirse leyendo sobre lo que pudo ser un caso más de esperar salirse con la suya, timando a quien le facilitó un dinero oportunamente.
