Novela erótica victoriana.
Sinopsis
Agnes es la debutante más bella y angelical de la temporada londinense y sueña con el amor y con encontrar a su alma gemela. Lo que no imagina es que las constantes atenciones de los gemelos Alfred y Brent la llevarán a vivir un tormento del que solo podrá escapar cuando escoja a uno de ellos... El problema es que de pronto descubre que está enamorada de los dos y no puede ni quiere escoger a uno solo...
Extracto.
Y de pronto se encontró desnuda entre sus brazos y húmeda. Brent gimió al verla y Alfred pensó que esa noche perdería la cabeza. Era tan hermosa, tan dulce. Se desnudó más rápido que Brent para sentirla.
Agnes gimió al sentir sus besos y caricias, y observó extasiada los dos cuerpos perfectos y viriles, el pecho ancho y esos brazos fuertes que tantas veces la habían abrazado, y esas piernas largas bien formadas… No debía haber hombres más guapos que los hermanos Bradley…
—Los amo, los amo tanto—dijo ella tendiéndose en la cama, en esos momentos era un ángel tierno y virginal.
No podían detenerse, sabía que ya no podrían. Brent atrapó su boca y Alfred sus pechos apretándolos contra sus labios sintiendo como ese deseo lo consumía, no debían hacer eso...
Sinopsis
Agnes es la debutante más bella y angelical de la temporada londinense y sueña con el amor y con encontrar a su alma gemela. Lo que no imagina es que las constantes atenciones de los gemelos Alfred y Brent la llevarán a vivir un tormento del que solo podrá escapar cuando escoja a uno de ellos... El problema es que de pronto descubre que está enamorada de los dos y no puede ni quiere escoger a uno solo...
Extracto.
Y de pronto se encontró desnuda entre sus brazos y húmeda. Brent gimió al verla y Alfred pensó que esa noche perdería la cabeza. Era tan hermosa, tan dulce. Se desnudó más rápido que Brent para sentirla.
Agnes gimió al sentir sus besos y caricias, y observó extasiada los dos cuerpos perfectos y viriles, el pecho ancho y esos brazos fuertes que tantas veces la habían abrazado, y esas piernas largas bien formadas… No debía haber hombres más guapos que los hermanos Bradley…
—Los amo, los amo tanto—dijo ella tendiéndose en la cama, en esos momentos era un ángel tierno y virginal.
No podían detenerse, sabía que ya no podrían. Brent atrapó su boca y Alfred sus pechos apretándolos contra sus labios sintiendo como ese deseo lo consumía, no debían hacer eso...
