El libro se desarrolla con una presentación de los protagonistas de la viuda del Templo, y sigue el primer capítulo con un estudio exegético desde la diacronía como de la sincronía y con un acercamiento a las culturas hebreo-helenísticas que lo sustentan. El segundo capítulo quieres adentrarse en el espesor que todo texto antiguo posee y que extiende desde el texto en superficie, última redacción, hasta un camino en retroceso en la historia para tratar de descubrir los símbolos que apoyan el proceso de culturas originarias hasta llegar a los mitos que animan todo desarrollo humano tradicional. El tercer capítulo es una búsqueda a través del Talmud como expresión de una guemará, alma de la Torah. Y, en retroceso, los cimientos en los textos hebreos a través de una lectura transversal de las Sagradas escrituras. El último capítulo es un sentir de una historia vivida a través de autores que hicieron caminos de renovación humana y cristiana en el siglo XX, hasta llegar a la tierra Abia Yala, para integrar y descubrir las raíces comunes afro-semitas con semejanzas de nuestras culturas ancestrales.
El prólogo de Pablo Richard, teólogo de la liberación y defensor de los marginados, puede compararse con la síntesis final del Rav Roberto Latapiat descubriendo perspectivas comunes.
"Los debates entre Jesús y los representantes del judaísmo oficial de la época no son unos accidentes históricos, ellos anuncian una doctrina válida para todos los tiempos y todos los países. Son parte de un núcleo central del mensaje. Hay una oposición permanente entre religión y Evangelio” (Jose Comblin)
El prólogo de Pablo Richard, teólogo de la liberación y defensor de los marginados, puede compararse con la síntesis final del Rav Roberto Latapiat descubriendo perspectivas comunes.
"Los debates entre Jesús y los representantes del judaísmo oficial de la época no son unos accidentes históricos, ellos anuncian una doctrina válida para todos los tiempos y todos los países. Son parte de un núcleo central del mensaje. Hay una oposición permanente entre religión y Evangelio” (Jose Comblin)