Un extraño tufillo se filtra por debajo de la puerta de doña Tina -encantadora anciana que vive sola en el 3º A.
Josefina, prototipo de la cotilla impenitente, que vive en todas y cada una de las comunidades de vecinos, convence a Paco, el portero de la finca, para colarse en la casa de la viejecita y cerciorarse que a ésta no le ocurre nada malo, pues lleva algunos días sin dar señales de vida. Una vez dentro de la vivienda se encuentran con que doña Tina, no solo está estupendamente bien, sino que además, se ha hecho budista...
Este libro es una crítica cariñosa a quienes consideran que meter la nariz en asuntos ajenos es un ejercicio saludable, cuando cada uno es libre de hacer lo que le venga en gana, siempre que no perjudique a los demás.
Para los que no estén de acuerdo, se recomienda vuelvan su linda naricilla hacia el más sano ejercicio de hacer calceta.
Josefina, prototipo de la cotilla impenitente, que vive en todas y cada una de las comunidades de vecinos, convence a Paco, el portero de la finca, para colarse en la casa de la viejecita y cerciorarse que a ésta no le ocurre nada malo, pues lleva algunos días sin dar señales de vida. Una vez dentro de la vivienda se encuentran con que doña Tina, no solo está estupendamente bien, sino que además, se ha hecho budista...
Este libro es una crítica cariñosa a quienes consideran que meter la nariz en asuntos ajenos es un ejercicio saludable, cuando cada uno es libre de hacer lo que le venga en gana, siempre que no perjudique a los demás.
Para los que no estén de acuerdo, se recomienda vuelvan su linda naricilla hacia el más sano ejercicio de hacer calceta.