FAST NOVEL – 1.382 palabras, 24 minutos.
Cuando la ciencia se para, llega el doctor Brando. Le gustan los extremos y va hacendo hipotesis que siempre verifica por su cuenta y riesgo. Brando es un investigador puro, constantemente en movimiento, veloz incluso cuando està parado, saboreando su brandy o paseando en un jardin. Es su mente la que vola por alto, perseguendo posibilidades que nadie mas consigue ni imaginar. Cada aventura llega de una hipotesis…
En 1935 Wilhelm Reich, psicoanalista herético e investigador valiente, empezó un estudio para saber si durante la excitación de los órganos sexuales se realiza un incremento de la carga eléctrica de la piel. En el experimento, que duró dos años y se desarrolló en un laboratorio del Instituto de Fisiología de la Universidad de Oslo, participaron discípulos, amigos y curiosos. El experimento obtuvo el éxito esperado y consiguió demostrar, entre otras cosas, que el potencial eléctrico aumenta sólo cuando se presenta una sensación de placer.
Encontramos a Brando en Oslo. Madruga, Brando camina por una calle mojada y fria. Escenas como esta le recuerdan a las películas americanas, cuando alguien se mueve por las calles estrechas, entre casas y rascacielos y humo blanco sale de los rincones, edificios negros y luces de colores a lo lejos, en la esquina. Pero aquí estamos en el norte, todo es más húmedo y suave, seguramente encontramos nieve al doblar la esquina, amontonada, mullida por amortiguar el sonido de los pasos de Brando que va rápido y tranquilo. De repente se adentra en un callejón estrecho, casi roza las paredes con los hombros, una especie de garganta. El viento silba más fuerte, Brando se ajusta el sombrero mirando siempre hacia adelante. Una plazuela, un árbol en el centro. La puerta está a su derecha. Brando se acerca, se quita el sombrero, llama.
- Hola, Brando.
- Hola, Lotte.
- Llegas tarde.
- ¿Quién falta?.
- Nadie, ya las has medido a todas.
- Faltaría una…
Cuando la ciencia se para, llega el doctor Brando. Le gustan los extremos y va hacendo hipotesis que siempre verifica por su cuenta y riesgo. Brando es un investigador puro, constantemente en movimiento, veloz incluso cuando està parado, saboreando su brandy o paseando en un jardin. Es su mente la que vola por alto, perseguendo posibilidades que nadie mas consigue ni imaginar. Cada aventura llega de una hipotesis…
En 1935 Wilhelm Reich, psicoanalista herético e investigador valiente, empezó un estudio para saber si durante la excitación de los órganos sexuales se realiza un incremento de la carga eléctrica de la piel. En el experimento, que duró dos años y se desarrolló en un laboratorio del Instituto de Fisiología de la Universidad de Oslo, participaron discípulos, amigos y curiosos. El experimento obtuvo el éxito esperado y consiguió demostrar, entre otras cosas, que el potencial eléctrico aumenta sólo cuando se presenta una sensación de placer.
Encontramos a Brando en Oslo. Madruga, Brando camina por una calle mojada y fria. Escenas como esta le recuerdan a las películas americanas, cuando alguien se mueve por las calles estrechas, entre casas y rascacielos y humo blanco sale de los rincones, edificios negros y luces de colores a lo lejos, en la esquina. Pero aquí estamos en el norte, todo es más húmedo y suave, seguramente encontramos nieve al doblar la esquina, amontonada, mullida por amortiguar el sonido de los pasos de Brando que va rápido y tranquilo. De repente se adentra en un callejón estrecho, casi roza las paredes con los hombros, una especie de garganta. El viento silba más fuerte, Brando se ajusta el sombrero mirando siempre hacia adelante. Una plazuela, un árbol en el centro. La puerta está a su derecha. Brando se acerca, se quita el sombrero, llama.
- Hola, Brando.
- Hola, Lotte.
- Llegas tarde.
- ¿Quién falta?.
- Nadie, ya las has medido a todas.
- Faltaría una…
