La secuencia de acontecimientos históricos surgidos en Manhattan, desde su nacimiento como colonia holandesa hasta los albores de la emergencia urbana vertical, ocultan ciertas claves del código genético de un nuevo campo colectivo para la sociedad contemporánea, donde urbanismo, paisaje y sociedad revelan un proceso polémico de negociaciones constantes.
El sistema de valores importado de Holanda, la sociedad más liberal de la época, unido a la gran capacidad pragmática de la cultura inglesa, forjarán las instrucciones invariables de toda la urbanidad de Manhattan, manifiesta tanto en el modelo urbano colonial disperso como en el rascacielos, que en última instancia acabará siendo una fórmula artificial de verticalización de la añoranza colonial.
El sistema de valores importado de Holanda, la sociedad más liberal de la época, unido a la gran capacidad pragmática de la cultura inglesa, forjarán las instrucciones invariables de toda la urbanidad de Manhattan, manifiesta tanto en el modelo urbano colonial disperso como en el rascacielos, que en última instancia acabará siendo una fórmula artificial de verticalización de la añoranza colonial.
