El sistema democrático de gobierno siempre fue corrupto! En Atenas, en la antigua Grecia, solamente los ciudadanos eran miembros de la Asamblea. Eran excluidos de estos cónclaves las mujeres, los extranjeros y los esclavos. Ya en la antigua Roma, los miembros del Senado Romano eran los patricios, porque el pueblo era compuesto por la plebe. Desde aquellos tiempos, el poder ha estado siempre en las manos de los más fuertes y de los más pudientes. Siempre se legisló para que los más favorecidos sean continuamente ricos, dueños del poder y de la vida del resto de los hombres. Y se vale todo para llegar al poder, asesinatos, intrigas, sobornos, guerras civiles, etc.
Hoy, en el siglo XXI, este sistema democrático es anticuado! Y, en este libro, tenemos una propuesta muy diferente, y muy interesante, para elegir a nuestros gobernantes.
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